El formato SuperBodega aCuenta (SBA) de Walmart se vio enfrentado a un nuevo proyecto para aumentar la oferta de productos en su área de perecederos. Como parte de este, era necesario replantear la imagen que proyectaba el sector dentro de la sala, la que era percibida como deficiente en su exhibición, poco limpia, de baja calidad, con poco stock y mal mantenida.
El requisito más importante era poder mantener la percepción de precios más bajos del mercado, atributo propio de SBA, que no se podía ver afectado por un nivel alto de implementación del sector, tanto en materialidad como en lenguaje gráfico. Para esto se investigaron recursos gráficos utilizados en ferias populares y barrios conocidos por su amplia oferta, bajos precios y buena calidad, como lo son Franklin, La Vega y Meiggs.
Estos rasgos se combinaron con el lenguaje ocupado por la mascota de SBA, dando como resultado una expresión ilustrada de pocos recursos gráficos y una paleta de colores brillantes, pensados para poder categorizar las subáreas de perecederos y otorgar puntos llamativos dentro del espacio que le dieran dinamismo al área total.
Como elemento base del espacio se utilizó una trama beige. Este look lo alejaba de los colores usualmente utilizados para espacios Premium. La base se aplicó en toda el área la cual se conjuga con distintos carteles independientes, usados para dividir los espacios y comunicar los productos estrella de cada sección, ayudando a la navegación y a la operación del formato.
Para guiar la búsqueda de productos se diseñó piezas perpendiculares al recorrido normal de los usuarios. Estas se ubicaron en los refrigeradores, que conforman la mayor parte del espacio de perecederos.
SuperBodega aCuenta es un ejemplo claro de proyectos que buscan solucionar problemas para marcas que trabajan con un gran grupo de usuarios, los cuales representan la realidad de nuestro país. Un proyecto el cual es evaluado bajo distintos factores, la sensación y percepción de los usuarios que son altamente sensibles al cambio, su efecto en la eficiencia de compra y también por todas las partes internas del formato, desde el valor de implementación y su efecto en el precio de los productos, los diseñadores que generan la adaptación a distintas salas, los proveedores encargados del desarrollo e implementación y los reponedores que lo utilizan como guía para hacer más eficiente su operación.
Trabajar y desarrollar un proyecto de estas limitantes es un desafío en sí mismo, ya que además de ser un proceso que incluye a muchas partes (internas de nuestra oficina y a distintas áreas dentro de Walmart) se ve enfrentado a un alcance de nivel nacional, donde quizás el cambio a ojos del usuario no es percibido, pero su efecto se refleja en el aumento del ticket promedio, sin tener una diferencia de inversión de implementación o mantención.